Conforme a la legislación federal, los hospitales deben informar las muertes a las organizaciones destinadas a la donación. Cuando esto ocurre, las agencias, como United Tissue Resources (UTR), se comunican con el hospital para evaluar al paciente y determinar si es idóneo como donante. Las derivaciones también se pueden originar en el consultorio de un médico forense, un juzgado de paz o un centro de cuidados paliativos.
El personal de UTR atiende las 24 horas del día para ofrecerles a las familias la posibilidad de la donación y facilitar este regalo.
Los antecedentes médicos y sociales del donante, así como las historias clínicas y los análisis de sangre, se evalúan para proteger a los receptores de la transmisión de enfermedades mediante un procesador de tejidos. El procesador de tejidos evalúa aún más el tejido donado y lo prepara para su posterior implantación.
Los médicos y el personal médico trabajan con United Tissue Resources para facilitar la recepción del aloinjerto adecuado para sus pacientes.